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miércoles, 4 de enero de 2017

La Psicodelia del Mundo




    Desde que Sir Isaac Newton publicara los resultados de su famosa investigación sobre la naturaleza de la luz, en su libro de “Óptica” de 1704, los seres humanos hemos aumentado significativamente nuestra capacidad de comprender a toda esa naturaleza visual de aquellos colores que nos rodean. El impacto de aquella publicación fue mundial, llegando a llamar la atención de importantes sectores del momento y engendrando así a toda un área del saber que puede resumirse con un solo y divertido experimento: Colocando un pequeño disco de cartulina segmentado en ocho partes iguales en donde cada una de ellas esté representada por los colores, azul, violeta, purpura, rojo, anaranjado, amarillo, verde y turquesa, es posible colocar a esta creación sobre un pequeño eje el cual al hacerlo rotar rápidamente se produce el efecto de que cada uno de los tintes desaparece para que su superficie se torne completamente blanca.


    Este “Disco de Newton” fue la prueba máxima que pudo tener el famoso erudito moderno para demostrar que la luz del sol que nos ilumina todos los días está compuesta por un espectro de colores que viajan a la velocidad de trescientos millones de metros por segundo. De esta manera mediante esta increíble intervención, Newton había establecido sin saberlo a todos los principios cromáticos del diseño gráfico que hoy en día se enseñan incansablemente en las universidades del mundo. En una de las cuales he tenido la fortuna de poder estudiar.
    En Venezuela, la carrera de Técnico Superior en Diseño Gráfico puede cursarse en el IUTIRLA (Instituto Tecnológico Universitario Rodolfo Loero Arismendi), el cual en mi ciudad no es más que un pequeño y singular edificio apostado en un sector muy peculiar y urbanizado de la misma. Allí justamente dentro de sus instalaciones mis compañeros y yo pudimos revivir a todo el singular mundo de la cromática universal.






   Lo que siempre el profesor Jorge Medina (cátedra de Teoría del Diseño) nos mantuvo en claro es que según citando sus mismísimas palabras “todo es diseño”, y más aún que además de ello, el diseño gráfico puede dividirse en múltiples ramas que son útiles en todas las áreas de la vida, como por ejemplo: El diseño Editorial el cual se encarga de gestar los formatos principales de los libros que leemos, el diseño publicitario encargado de producir las imágenes que capturan nuestra atención para brindarnos los servicios de determinada empresa, el diseño de identidad corporativa en donde básicamente se desea establecer la imagen de una determinada empresa u organización a través de una propuesta específica elaborada para dotarle de personalidad a la misma, el diseño web, cuya intención principal es crear llamativos portales de internet, y para concluir podemos enumerar también al diseño tipográfico, que se encarga de crear modelos de letras que resulten atractivas y cómodas al ojo humano, y el diseño de envase, que incluye a las etiquetas y presentaciones de todo el universo articular que nos rodea, como por ejemplo, los empaques de alimentos que diariamente encontramos en el supermercado.
   La razón principal por la cual tome la decisión de optar por la carrera de diseño gráfico es porque la misma guardaba una estrecha relación con un proyecto que formaba parte de mí ya establecido “plan de polimatía”, paralelamente configurado al estilo de Leonardo Da Vinci. El talento artístico, es por tanto la habilidad visual humana de crear representaciones del universo en escala bidimensional, o dicho más propiamente de trabajar con eficacia en el mundo de la pintura.





   Los géneros pictóricos que existen son muy variados, y las estrategias y materiales que se pueden usar para conseguirlas son mucho más extensas aun. En esencia, como ya he hablado en un artículo anterior, da Vinci era todo un “homo universalis” cuya faceta más representativa fue siempre la de la pintura, un arte que para muchos suele ser de gran complejidad, pero que basta sencillamente entender sus principios para descubrir que puede ser una herramienta muy eficiente, solo si se sabe cómo utilizarla.
    Justamente con el propósito de fortalecer el proyecto que estaba creando, tome la decisión de apuntarme a un curso de dibujo artístico completamente gratuito: El Centro de Arte la Estancia es un establecimiento cultural ubicado en los albores de mi ciudad, una casa de aspecto elegante que se encuentra expuesta a los cuatro elementos naturales, construida a la orilla de un risco que sirve de ventana al mar, desde allí pueden apreciarse a un maravilloso sol que todas las tardes se pone en medio de un bosque de nubes naranjas arrastradas a la vez por arrullantes corrientes de viento.
    Fue allí en ese lugar donde mi trabajo artístico finalmente pudo nacer.
   El profesor Wilmer Yajure, reconocido artista plástico local fue quien dicto el curso, el cual en un grupo formado por mis compañeros y yo fuimos testigos de cómo el preconcebido concepto de que el arte es complicado, se disolvía para convertirnos a todos y cada uno de nosotros en unos verdaderos artistas y cultores.
  Quiero compartir con ustedes un resumen de todo lo aprendido porque creo que es necesario que este conocimiento debe compartirse. El universo del dibujo artístico se puede dividir en dos horizontes, por un lado para todos aquellos que deseen dibujar, les recomiendo que comiencen su trabajo creando representaciones en blanco y negro, y después necesitan pasar así al mundo del color.
    Todo principiante debe iniciar sus dibujos usando a la famosa cuadricula, un enrrejillado manual que permite ampliar y reducir cualquier imagen, para poder establecer una representación exacta de la misma. Esta técnica se basa en dividir la imagen que queremos copiar en un determinado número de cuadros en donde las líneas sean más sencillas de calcar imitándolas a mano. La cuadricula puede ser elaborada sobre una lámina transparente de acetato para colocarla así sobre la hoja en la que tiene impreso lo que se convertirá en nuestro pronto arte final.
     Una vez ampliado el dibujo sobre la cartulina o el soporte que queramos usar, llega al momento de crear los efectos de luz, para ello tenemos que ser capaces de entrenar mucho con el lápiz para elaborar correctamente efectos de luz y sombra. El grafito generalmente es obscuro y es la presión del trazo que apliquemos sobre el papel es el factor que decidirá la tonalidad de la misma, ya sea desde un color negro, pasando por todas las gamas de los grises hasta el blanco más puro y todo eso en la misma hoja de papel.
   Pues bien este principio es el que rige el efecto de la luz, tanto en el claroscuro como en las técnicas de color (el mismo principio que describió Sir Isaac Newton) y fue precisamente gracias a esta pequeña intervención que pude orquestar lo que fue un enorme proyecto mural.
    El proyecto artístico consiste en una serie de veinte dibujos en total: Diez de ellos en la técnica de claroscuro y el resto de otros diez usando la técnica del color puro.
    Los dibujos están hechos en cartulina escolar en un tamaño considerable y relativo al formato estándar, la colección fue hecha siguiendo todas las técnicas anteriormente mencionadas, el resultado sin embargo después de cinco meses fue colosal.
    Los diez primeros dibujos de la colección artística en claroscuro consisten en un autorretrato de mí mismo hecho a partir de una fotografía de mi Facebook, un retrato de Leonardo Da Vinci, uno del rostro ensangrentado de Jesucristo, y los siguientes no son más que representaciones del célebre Simón Díaz con su cuatro, un paisaje del Monte Santa Ana, la orilla de una playa que hice el mismo día de mi cumpleaños número 21, dos rostros de mujeres de revista, un par de pájaros sobre una rama y un alegre conejo acurrucado en su escondite de sabana.

   Los dibujos de color son un cuadro de Extraterrestres grises, una nube de Burbujas de Colores Variados, un Ángel Caído viendo el ocaso en medio del cielo azul, la Desembocadura de un Rio de aguas agitadas, dos Caballos Pastando alegremente, dos Guacamayas de Colores vivos, la imagen de una mujer en Pintura Corporal multicolor, un Jarrón de Flores estilo naturaleza muerta, para ir cerrando con la espectacular pintura de un poderoso rayo nube-tierra en medio de una tormenta y el último de todos ellos un par de manos juveniles que hacían la forma inequívoca de un corazón. Símbolo de mi amor hacia las artes plásticas que a pesar del tiempo transcurrido se mantendrá vivo y por siempre durante toda la eternidad.